
El 13-01-08 por la mañana, los chicos comenzaban su excursión al “Valle Sagrado”. Esta excursión, contaba de las siguientes escalas. En primer lugar fueron a un pueblito llamado Pisaq. En las cercanías de ese pueblo se encontrarían con las primeras ruinas Incas. Cuando iban llegando al lugar, el colectivo se detuvo, por que en el medio del camino había una

roca que bloqueaba la ruta por completo.
Desde ahí caminaron para llegar a alas primeras ruinas, que los deslumbrarían. Luego de recorrer esas ruinas, si no me equivoco, partieron para la ciudad de “Ollantaytambo”, donde almorzarían, algunos en un restauran, y los mas ratas, comerían choclo sin sal a orillas de un río que pasaba por esa ciudad.
Luego del almuerzo, irían a las ruinas de Ollantaytambo, donde se encontraba el templo del sol y la luna. Para esa altura los chicos ya estaban deslumbrados, y no podían explicarse como hicieron los incas para construir esos lugares tan impresionantes. Ya en estas ruinas, comenzaron a sentir la fatiga de andar subiendo montañas. Era inexplicable como los Incas realizaban esos caminos a diario.
Por la tardecita, y medios cansados. Empezaron el viaje que los depositaria en “Chincheros”. A esta ciudad llegaron ya por la noche, tuvieron la oportunidad de conocer una iglesia impresionante. Estaba perfectamente iluminada, y en su frente, se encontraba una inmensa feria de artesanías, llena de gente que ofrecía todos sus productos al precio que uno quisiera pagar, era muy fácil regatear. Pero cuando estaban apreciando este paisaje, comenzó una molesta lluvia a terminar con la decoración del impresionante lugar. En ese momento el guía, Piter, decidió emprender la vuelta. Para sorpresa de todos cuando

llegaron a la ubicación del colectivo, el mismo estaba roto…jejej lo que faltaba. Estaban en un pueblito perdido en el medio de la nada, llovía, y ya estaba completamente oscuro. Mientras aguardaban que el inconveniente se solucionara, todos los vendedores que emprendían el regreso a sus hogares, se acercaban para intentar realizar su última venta, en especial los niños. Fue en ese lugar donde los chicos tuvieron un gran golpe por parte de las realidades distintas que por ahí se viven en otros lugares. Dicen que es muy chocante ver a unos niños de 6, 7 u 8 años intentando vender bajo la lluvia cuando hace mucho frió, y ya era hora de que estén en sus hogares.
Una vez superado el inconveniente que tenia el colectivo, comenzaron el viaje que los llevaría nuevamente a la ciudad de Cuzco. Todos coincidieron en comentar, que ese viaje fue unos de los más peligrosos que realizaron. Por que había mucha neblina, el camino era todo por las montañas con grandes precipicios, y el chofer era un completo delirante, que lo único que hacia bien era acelerar…jejej Era tal el cagazo, que no emitieron ninguna palabra hasta que
llegaron a la ciudad de Cuzco. Ya en la noche y un poco más tranquilos una vez que llegaron a Cuzco, los chicos decidieron comer algo tranqui en el hostel, un arroz blanco con mayonesa, no mucho mas. Luego volvieron a recorrer la noche cuzqueña. Que para sorpresa de muchos, La noche en Cuzco estaba plagada de

argentinos, así que se ponían buenas. Esta ya era la segunda noche que los chicos recorrían los boliches, todo empezó normal y tranquilo, recorrieron varios boliches ya que la entrada era gratis y al final decidieron quedarse en uno. A la mitad de la noche, dos de los chicos se perdieron o se fueron a dar una vuelta, valla uno a saber por donde. Esos dos chicos nunca contaron mayores detalles de esa noche, solo comentaron que las Mariposas y Libélulas en

Cuzco son más lindas que en las praderas argentinas. Nadie sabe como hicieron para ver esos animalitos en la noche, pero ellos estaban muy contentos. No se por que pero esto me parece que tiene alguna que otra relación con la noche en Tilcara.
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