24 de agosto de 2008

De La Paz a Uyuni

El 25-01-08 a las 6hs de la mañana, Gastón, Luciano y José abandonaban el hostel donde quedaba el resto, para emprender una seguidillos de aventuras indescriptibles que le pasarían en el camino, así dicen ellos. A las 7hs salía el colectivo que los llevaría Oruro, un pueblito perdido en la nada y menos que menos turístico. Los colectivos no salían desde la Paz a Uyuni directo, por que los caminos estaban inundados. Pero les comentaron que desde Oruro si salían, así que allá partieron. En ese momento comenzaron a pasar un sin fin de cosas, que ojala podamos entender, ellos solos saben por lo que pasaron.
Cuando comenzaron el viaje de la Paz a Oruro, el colectivo se lleno. Y de pronto la gente empezó a subir, con unas bolsas llenas de líquidos. Cuando terminaron de entender que pasaba, la gente ya descansaba en sus asientos tomando Sopa en bolsas con pajitas, no lo podían creer. El olor comenzaba a adueñarse de ese colectivo, ellos no se animaban ni a hablar, solo se miraban y explotaban en una carcajada reprimida que los hacia llorar del asombro que esto les generaba. Como si eso fuera poco, al rato subió una señora que no tenía mejor idea, que vender pollo frito. A esta altura ya el colectivo era un asco. Los olores se comenzaban a mezclar y estos tres locos, no paraban de mirarse y reírse. Después de un rato, cuando ya se estaban acostumbrando a la situación. Subió una señora, que comenzó a gritar, y a tratar de explicar que la medicina natural era mejor que la medicina de los médicos y Gastón estuvo a punto de comprarle algunos productos, deci que venia medio jugado con la economía. Para que, a los chicos se les escapaban las carcajadas. Mientras tanto, el colectivo se internaba cada vez más en el medio de las montañas. Y no aparecía ningún rastro de civilización.
Cuentan, que llegaron a un pueblo muy feo, pero feo de verdad. Ese pueblo no era más ni menos que su destino, Oruro. Cuando se bajaron en la Terminal todo el mundo ya los comenzaba a mirar. No entendían por que, pero tampoco se hicieron mucho problema. Comenzaron a averiguar para cuando había pasajes para Uyuni. Tenían pasajes recién para las 19hs y eran apenas las 11hs de la mañana. Pero se enteraron que había un tren que iba hasta Uyuni y salía a las 15hs, así que allá partieron a la estación de trenes a averiguar cuando tenían pasajes. Cuando llegaron, les dijeron que había pasajes, pero para dentro de una semana. Les llamo la atención por que tanta demanda, en ese momento alguien les comento que era por que los caminos estaban muy inundados y no había otra forma de llegar más que por tren. Dicen que en ese momento, se les transformo la cara, se preguntaron que mierda hacían ahora. Decidieron volver a la Terminal de colectivos y finalmente consiguieron pasajes para las 19hs rumbo a Uyuni, pero que no les podían confirmar el horario de llegada, por el problema que había en los caminos. Ya un poco mas tranquilo por que tenían los pasajes en la mano, la duda que se les presentaba, era que hacían hasta las 19hs. Fueron a almorzar al único barcito decente que había en el lugar. Por que todos los demás lugares eran para comer en la calle. De paso cañazo, dicen que intentaron averiguar que había para hacer o conocer en ese pueblito, por que ni montañas tenía. Y obtuvieron la típica respuesta que se encuentra en los lugares que no son turísticos, un señor sabiamente les dijo que no había absolutamente nada para hacer y menos en esa época en la que la ciudad entera trabajaba en los preparativos de los carnavales. Así que se tiraron en una placita a intentar que pasara el tiempo.
Cuando ya estaban cansados de estar en ese lugar, habían pasado como 25 minutos. Entonces se acordaron de una feria que habían visto un par de cuadras más adelante, y comenzaron a caminar rumbo a la feria. Sin tener en cuenta, los olores que había en las calles y la tristeza de la ciudad. La gente estaba toda expectante organizando todo para los carnavales que serian la próxima semana. Como en todo Bolivia, era época de carnaval, andaban los chicos tirando bombuchas a quienes se les cruzara. Y para colmo estos tres eran los únicos turistas que había en la ciudad y fue inevitable que Gastón recibiera un tremendo bombachazo que lo empapo por completo. Cuando llegaron a la feria, se encontraron con que era inmensa. Había de todo, desde ropa, pasando por pilas, golosinas, e incluso carne al aire libre, pudriéndose pero ellos la vendían igual. Realmente no era muy lindo el lugar, y la gente no tenía muy buena onda. En esa feria a Gastón se le ocurrió una de las mejores ideas del viaje, compro una crema con un sabor a menta muy fuerte la cual se ponían debajo de la nariz para sentir aunque sea un olor un poco mas agradable del que había en la ciudad.
Para todo esto ya habían conseguido que sean como las 14:30hs. Luego de recorrer toda la ciudad de punta a punta, por fin encontraron algo que se parecía a un cyber, así que se metieron ahi como dos horas. Ya eran las 16:30 y no sabían más que hacer, dieron otra vuelta por la feria y como a las 18hs ya estaban en la Terminal y se pusieron a planear que iban a cenar por que el viaje pintaba para largo. Así que buscaron en toda la Terminal que podían comprar para cenar. Terminaron comprando unos pedazos de pan, una bolsa de chicitos y una botella de agua mineral. Eso seria la cena de esa noche.
Ya a las 19hs se preparaban para subir al colectivo, y cuando se acercaron era llamativo el tamaño de las ruedas. Entraron en la duda si era un colectivo con pinta de tractor o un tractor con pinta de colectivo. Sin dudar se subieron rápido al colectivo por que ya tenían muchas ganas de irse de esa ciudad. Una vez que estaban arriba, comenzó a subir el resto de los pasajeros y el olor correspondiente que esto traía aparejado. Les llamo la atención que la gente subía abrigada y con grandes mantas. La verdad no entendían el por que. Finalmente el viaje con destino a Uyuni comenzó ya cerca de las 20hs.
Ese viaje fue otra gran aventura. De entrada un señor comenzó a tocar el charango con mucho énfasis, cantaba en quechua, creen por que no entendían nada, y este señor tenia el tupe de pedir a gritos palmas. Los chicos obviamente no podían contener sus risas de asombro ante el improvisado cantautor que no paraba de tocar su instrumento. De pronto se comenzó a sentir que el asfalto se había terminado, comenzaba el camino de tierra. Ya eran cerca de las 23hs cuando atravesaron un pueblito que mostraba los primeros síntomas de una leve inundación, se notaban algunos charcos. Dicen los chicos que la noche estaba completamente iluminada por una inmensa luna, fue de ese modo que comenzaron a ver que el camino cada ves estaba mas encharcado. En un momento, ven que delante de su colectivo había otro que estaba detenido frente a una gran laguna que atravesaba el camino. Fue en ese momento donde el chofer puso primera y acelero a fondo sin dudar ni un segundo, ya se encontraban atravesando una laguna de unos 500 metros de largo y no debe haber tenido más que unos 40 o 50 cm de profundidad. Quizás fue ese el momento donde entendieron el por que del tamaño de las ruedas. Para que, a partir de ese instante comenzaron a intercambiar miradas que terminaban en carcajadas llenas de nervios. No podían entender como el colectivero se largaba a cruzar esas lagunas. A medida que avanzaban en el medio de la nada el camino se complicaba cada vez mas. Gaston y José no podian despegarse de las ventanillas, ya que les resultaba verdaderamente increible por donde estaban transitando. No hay palabras para describir lo que sentian. Mientras que el valiente de Luciano, trataba de disimular su cagazo, haciendose el que escuchaba musica y dormia. En un momento el colectivo se largo a cruzar un río, si como se lo imaginan, dicen los chicos que el colectivo se metió en el medio del cause de un rió, que para colmo venia bastante crecido. Cuando se les comenzaron a ir los nervios de esta situación, comenzaron a darse cuenta que hacia muchísimo frío arriba de ese colectivo. Y estos payasos, estaban re desabrigados. Hay entendieron por que toda la gente subía con sus mantas. Sin exagerar deben haber hecho unos 10ºC en ese colectivo. Fue hay cuando el indio de Gaston, le pidió al chofer que prendiera la calefacción. Y sin mucho dialogo el chofer señalo un rincón y repitió “mantita, mantita…”….jajaj me imagino esa situación. Recién hay los chicos pudieron abrigarse un poco con unas mantas, completamente llenas de tierra, pero mantas al fin. Hasta las 3hs de la madrugada, dicen los chicos que el colectivo anduvo mas por agua que por tierra, así que imagínense ese viaje.
Ya después de las 3hs de la mañana parecía que el colectivo comenzaba a andar un poco más en tierra firme. El detalle es que había un serruchito infernal en el camino, y el común de la gente va despacio cuando el camino esta en esas condiciones; pero este chofer no era común, fácilmente iba como a 100 Km/hs. Era infernal andar a en ese camino, se les aflojaron hasta las muelas y no entienden como no se desarmo el colectivo. Obviamente durante todo el viaje, los chicos no durmieron nada, ya que no terminaban de entender lo que estaba viviendo. Sin dudas no tienen fotos de este tramo del viaje, pero solo ellos saben los nervios que pasaron, y no van hacer falta fotos para recordar ese viaje, estoy seguro que estos tres no se olvidan nuncamas en sus vidas de ese viaje…

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajaja , Jo.. ¿ cómo estás?? sigo leyendo la historiaa.. y me encantaa.. la verdad que no me cuesta creer por todo lo que pasaron, pero no pierdo la capacidad de asombro.. me muero si estaba ahí.. me parece que hubiera hecho lo mismo que el Luchi, música y a dormir... que nervios y qué cagasoo.!!
Neneee.. espero que estés muy bien !!!!
Un beso grandeee!!! y si no te dejo comentarios es porque me olvido, no, porque no quieroo..
Besos

cudiate