Las Playas de Arica

Ya en la madrugada del 07-01-08, los chicos se encontraban en la Terminal de Arica. Alguien les comento, que no salieran de la misma como hasta las 8hs. Fue de ese modo, que los chicos invadieron la Terminal. Uno de los chicos, si mal no recuerdo, el Jo. Estaba impaciente por salir a conocer la ciudad, y mucho más una vez que se entero que la ciudad tenía mar. La idea que tenían los chicos, era no estar demasiado en Chile, debido a los precios. El día comenzaba a amanecer, pero para malas noticias, pintaba un día feo, estaba lloviznando. Algunos de los chicos pensaban en irse por la mañana sin recorrer la ciudad. Pero por algo, al final se quedaron en la ciudad, y salieron a conocerla. Caminaron hasta el mar, estaba todo medio gris y desolado.
Pero Gastón y el Jo, vieron una montaña con un cristo en la cima. Ni lentos ni tontos, dice que a estos dos, se les metió en la cabeza ir hasta la puna de ese cerro. Fue ahí donde el Jo tiro la cañita voladora y el resto del grupo no le dijo nada, solo lo miraron…que gracioso debe haber estado eso. Comenzaron a caminar por las playas, y yo no me hago a la idea. Caminaban por las playas que estaban vacías de gente, y llenas de medusas. Caminaron por un muelle que estaba abandonado, y que cada vez había mas medusas cuando se metían en el mar. Algo de no creer por como.Después, cambiaron el rumbo, y se acercaban a la montaña que Gastón y el palomo querían subir. Dice que ellos dos, comenzaron a hacer el trabajo psicológico, hasta que al final, consiguieron que todos subieran. Y no solo eso, cuando llegaron a la cima, el día comenzaba a despejarse.
Esa montaña era conocida como “El Morro”. La vista que había en ese lugar es indescriptible. Desde hay se veía toda la ciudad, el mar, las montañas. La verdad que es un lugar hermoso, que los chicos van a recordar siempre.
Ya cerca del medio día, los chicos comenzaron el descenso. Cuando llegaron a caminar por la playa, ya el sol estaba a pleno. Los hombres, como no podía ser de otra manera, terminaron metiéndose al mar. Me parece que no fue lo que ellos pensaban, ya que el agua estaba helada, pero helada de verdad. Y además, Guillote y Palomo se clavaron una piedritas en los pies que los hizo bosta.
En un momento, los chicos se preguntaron, somos mochileros o que?. Se entraron a reír, cuando se dieron cuenta que estaban en un barcito a todo culo, almorzando en la playa. Con el mar frente a las ventanas y en Chile. La verdad que eso mucho de mochilero no tiene, pero estos amigos partieron de Argentina diciendo que se iban de mochileros a Perú. Ha…. En ese bar, en la playa, es donde Gaston y el Jo decidieron separarse del grupo para ver el atardecer en el mar. Fue un quilombo lindo, por que les habían contado que la ciudad a la que tenían que ir en Perú, Tacna, era bastante peligrosa y no daba para ir de noche. Fue por eso que el resto del grupo se fue mas temprano para Perú. Estos dos tarados, pensaban cruzar la frontera en tren. Pero resulta que perdieron el tren, no pudieron ver el atardecer en el mar. Y debieron correr como 20 cuadras con todas las mochilas al hombro hasta la Terminal para conseguir un colectivo que cruzara la frontera, por que ya casi era hora de que la cerraran. Finalmente consiguieron pasar la frontera en una heladera con ruedas y llena de ajo podrido. Así lo definieron ellos que viajaron solos. Nadie va a entender la adrenalina de ese viaje. En un momento casi pierden los pasaportes por que se los entregaron a un señor que desapareció. En ese momento estos dos chicos casi se mandan el moco del viaje. Pero por suerte les salio todo bien.
La cosa se ponía linda, por que cuando llegaron a Tacna, Gastón y el Jo, mas tarde que el resto; tenían que encontrarlos. A todo estos, los chicos, pensaban que Tacna era un
lugar chiquito. Tacana es una ciudad de unos 200.000 habitantes y ni te cuento de noche. Dios y algún que otro santo, sabrán por que estos chicos se volvieron a unir. Lo que Gaston y el Palomo nunca se imaginaron, fue la cagada a pedo que les pegaron cuando llegaron al hotel…jajaja. Fue mundial.
Estaba decidido quedarse un solo día en Tacna, la primera ciudad peruana que los chicos pisaban. Así que esa noche, salieron de juerga. Fueron a conocer un casinito, a tomar unos tragos y adormir.